domingo, 3 de enero de 2010

Mi salida hacia el mundo real

La tarde empezaba ya a caer como el agua de la ducha que golpeaba fuertemente sobre mis hombros y lavaba momentaneamente las palabras pronunciadas dolorosamente unos momentos atrás y aquellos malentendidos casi inmediatos.
Los pensamientos se apagaron de repente al sonar su voz que estaba por llegar, así como mi salida hacia el mundo real.
El esperar algo que nunca quisiera que finalmente llegue, vuelve los momentos interminables y las ansias pasan a primer plano. Las ansias de las ansias, esa voz que opina y luego, además y como si esto fuera poco, decide.
La luz enceguecida por una oscuridad que duraría sólo hasta que mis ojos se acostumbrasen, vislumbraba mi torpeza que nadie de este mundo vislumbraba. Solo un alguien casi igual que yo que, al parecer, no era quien esperaba.
Y sólo salí. No estaba donde me había imaginado en el transcurso de las horas pasadas. La furia, las explicaciones, mis fundamentos... Solo pude saludar cuando denoté una sonrisa instantánea proveniente de mi rostro, casi intacta, que no esperaba y no podía de alguna forma ocultar.
Sentado, con una pierna por encima de una silla contigua a la que se encontraba. Su brazo apoyado sobre la mesa sosteniendo parte de su cabeza, hundida en pensamientos que concluían en lo peor, tratando de leer los mios, yaciendo yo apoyada en la pared casi completamente frente a él, entregandole todo mi sufrimiento, mi dolor y mostrándole con palabras mudas (o quizás no tanto si él no tuviese oídos y éstas buscaran desesperadamente penetrar en su cabeza) lo mucho que lo apreciaba. De una forma u otra, él, por más que yo haya querido, no me estaba escuchando.
-¿Qué está pasando, Corazón? - Dijo enojado por un momento, pero luego lo carcomió la ternura y creo yo, los recuerdos de lo que había sido hasta entonces nuestro amor.La voz ya pronto le temblaba y conteniendo lo que serían las futuras lágrimas, esperaba que yo contestase.
La poca luz proveniente de los ventanales sórdos y cerrados por el frío de un invierno que todavía no se iba del todo, remarcaban que el anochecer estaba próximo y debíamos aclararlo todo en un lapso de tiempo medianamente corto.
Y preferí no contestar, no sabía cómo. El tiempo pasaba, ese tiempo intangible que siempre encuentra un momento oportuno para pasar, y él se impacientaba cada vez más.Me juró fidelidad, amor y varias cosas más. El tiempo pasaba, se volvía cada vez más tenso y la preocupación crecía a comparación con mis palabras.
Yo quieta, parada, mirando al vacío, trantando de imaginar la vida sin él. Él también debió pensarlo de ese modo, porque se puso de pie frente a mí, volvió a jurarme otra vez y creía que yo desconfiaba, estaba seguro después de que mi voz prorrumpió con un "sí".
Entonces me abrazó delicada pero fuertemente un largo lapso de tiempo, pienso yo porque no quiso que lo viera llorar, y luego, de repente me separó de sí y me sostuvo el restro entre sus dos manos, haciendo que inevitablemente mi mirada cayera sobre la suya. Y repitió todo otra vez, convincentemente y calmado. Mirandome fijo, me exclamó que me amaba y que eso estaba por encima de todo.
No hizo más que abrazarme de nuevo y con más furia, como si yo fuese lo último que le quedara. Y me hundí en sus brazos, sintiendo como mi hombro yacía húmedo por debajo de su cabeza y sus ojos cansados de tanto llorar.
Y supe entre lágrimas que lo amaba y que nada estaba por encima que aquello.

El punto.

Llega un punto en el que te replanteás tus últimos tiempos, y llegás a la conclusión de que debés cambiar urgentemente tu vida, de forma drástica y duradera. Es cuando pensás que toda tu vida está arraigada a algo que está por caer y colapsar, y al caer se va a destrozar en mil partes, dejando todos tus sueños y proyectos para el futuro desechos, esos pocos sueños pensantes que había bien guardados en el interior de tus entrañas. Esos que sin darte cuenta, eran la única razón válida por la cual resistir un poco más, aguantar un poco más toda la mierda de tus actos y de tus hechos acumulada en el rencor de las demás personas, que como cada vez, te disgustaste a escucharla..
Me cansé de pensar y ver cuán malo es el mundo y cuán bien está pensado y conectado..y yo fuera de esas redes, de ese sistema perfectamente planeado y adictivo del cual muero por odiarlo, y sufro por formar parte.

[To be continued..]

¡Acá soy!

- ¡Mundo, acá estoy! Soy alguien: sé sentir, gritar, vivir y sonreir. Y aunque todavía no sepa lo que es amar,aunque no me haya equivocado las suficientes veces como para perfeccionarme,¡Soy alguien! Merezco ser más que un rótulo, que un nombre, que un número. Soy mucho más que eso. Soy un ser vivo por encima de lo racional. Y por debajo de lo racional soy igual a cualquiera del millon de personas que existe en este planeta, si se eligiese al azar.
.. Gente, ¡así soy! Sé querer, odiar, opinar y pensar. Soy mucho más que una diversión. Soy alguien con sentimientos y con problemas. Alguien que vale igual que cualquiera, que piensa diferente al resto. Que se siente mal cuando lo subestiman y lo rechazan. Quien no siempre tiene ganas de hacer lo que debe hacer. Alguien que sabe reir hasta llorar y llorar hasta reir. Alguien que tiene cambios de humores, de tratos, y cambios de pensamientos, pero ..¿Quién no?. ¡Así soy! no pretendo que me compadezcan, solo que me entiendan y me ayuden a sobrellevarlos..

Aún y todavía

Odio el tiempo, odio mi tiempo. Odio la noche, el día, la pasión y la agonía.
Ansiar algo a lo que es imposible de llegar, solo a un loco se le ocurriría.
Igualmente nunca fui excluida de ese término y estoy buscando.
Me encuentro confusa y herida, ansiosa de veracidad, siendo la única a quien nunca le dieron oportunidad. Entre filos y navajas, terminar amotinada entre medio de la guillotina: esa era día a día mi rutina.
Te veo entre las telas, los libros y el polvo, en todo lo que camina. Memorias intactas de la pesadez de tus ojos y de aquellas nubes de alquitrán erguidas en el pensamiento. Te veo entre el sol, la luna y todo lo que brilla, todo lo que es opaco y sin color aún y todavía.
Pasantía de disfraces, ahondar en los rincones de tu subconsciente no era una travesía que me convenía. No debí meterme tanto, no debí cantar tan alto.
Vértigo, adrenalina, el traspaso de un cuadro a hechos de la realidad.
¡Imposible! Estás en cada palabra que digo, en cada espejo que miro, pero no es suficiente. No esperás que sea suficiente.
Volar, querer huir, pero el perseguir de tus alas están. Sin una razón, sin permiso o justificación. Huir o quedarme quieta para siempre, entre el interlineado de las palabras, tus besos, la poesía. Entre lo hermoso y lo inalcanzable. Entre la muerte y su turbante. Y si sigue quedando algo por el cual buscar, hable ahora o muera en la guillotina.

Del espacio

Tiempo de cambios y de reorganizar la partida
Plateas intransigentes
Ráfagas de felicidad planean por mi mente.
Mares calmos que se alborotan.
Papeleo espeso y constante.
Bromas pesadas que buscan entereza.
Búsqueda de vientos
claridad que oscurece esta conciencia que se agota.
Rencor que no asombra y entrevee labios con colmillos sedientos de ignorancia.
Paleta de coloresen un batido de constelación,
Almohadas de mar que entre sales de tristeza y agonía callan atónitas hasta esperar la salida del sol del día.
Fanáticos de escencia,sólo en cuentos de ficción y fantasía.
Cristos de ensueños y esperanzas también ajenas.
Paleta de coloresen un batido de contelación,
en un ir y venir de tiempo que desorganiza la razón.

Cliché

La lluvia embarra con furia el piso, mientras une la tierra. Te veo, con ojos cándidos, y descubro que no fue solo casualidad.
- Llueve!- me decís, mientras mis labios esbozan una sonrisa prometedora y destruyen la linea recta que siempre separa uno de otro.
- Es solo el principio, y lo sabés - Me decís, antes que se unan los mios con los tuyos.

Violeta

Violeta de atardecer, de noche clara casi oscura, de amor que no llega a la pasión, de frío que no hace tiritar. Violeta de horizonte, de abismo, entre diagonales y penumbra que oscurecen el rojo del fuego entre hogueras de sangre y dolor. Violeta de pesadillas y sueños hechos realidad entre almohadas de mares profundos, que entre sus recovecos esconden la negrura de un amanecer próximo, pero a su vez distante. Violeta de pensamiento, de obsesión, de pasión que no llega al amor, de temblores que no hacen al frío. Violeta, mi obsesión. Mi obsesión infinita e intacta, mi pasión que no llega al amor pero describe mi tiritar. Violeta, violeta mi pared, mi entorno y mi mundo, frío e intacto, entre cruzes de esperanza, que como siempre, son solo sueños de dolor.

¿Democracia?

Las personas (salvo excepciones) conocen o dan por sabidas las consecuencias de sus actos. Cada uno, si tuviese la base necesaria, sabría cómo ayudar a gobernar. ¿Porqué el poder está en manos de tan pocos (y los menos indicados)? Si el sistema gubernamental funcionara como debiese, partiendo de la base de que 'funcionar como debiese' es un esbozo de 'igualdad'(palabra común y targibersada) que diccionariamente significa 'igual para todos'(con todo lo que ello significa): Sería solo un poco más acertado.Desde ya esa palabra no existe dentro del gobierno(ni dentro de nada, pero no vamos a desviar el tema principal). Presidentes, diputados, gobernadores, intendentes, se llenan los bolsillos mientras distraen a la gente con sus discursos prometedores y con palabras difíciles, para hacerlos más interesantes.Desde mi punto de viste, que es bastante básico y acuarelado, confieso que estoy en total desacuerdo con la forma de gobierno de hoy en día(no solo nacional, sino mundial) donde los ricos obtienen todo, y los de más abajo, pisotones. Es algo carente de lógica, donde el tema ya no pasa por 'si las cosas se hiciesen bien..', porque la ideología principal (la base digamos) falla.El pueblo como un todo, tiene derecho sobre sí misma. No aspiro a una anarquía, sino a un lugar donde la gente, basándose de la igualdad, la moral y la ética para el bien común, dejando de lado el individualismo, el consumismo y la división de clases sociales, dé lugar a la confianza mutua.

Lo vacío

Ver a la gente pasar, sentada en un mural, me era algo especial. Sentarse y solamente observar. Quizás era el hecho de buscar razones del porqué 'para aquí y para allá'. Analizar las distintas situaciones, las distintas vestimentas y los distintos estados de ánimo, llevados a cabo por un motivo o razón la cual era indiferente. Así llenaba lo vacío y lo impuro, de una manera poco habitual. Podrían pasar horas enteras, siempre había alguien quien llamara (o no) la atención.Un día, sentada en mi ya propio mural, no noté la rápida aparición de alguien totalmente ajeno a mi. Denoté la perfección de sus razgos, puros y exclusivos, lo que yo tanto buscaba, pero eso no era todo. La rabia de saber que no iba a ser para siempre, me carcomía por dentro, lenta y dolorosamente. Me enseñó todo lo que me faltaba por aprender, y más aún, aquello que no se aprende por palabras ni explicaciones. Lo era todo. Era absolutamente todo para mí. Ideal pero imperfecto, así era. Todo lo que antes amaba, ahora lo odiaba de él (y de mi). La risa pasó a ser solo un gesto, las lágrimas a rencores, y el pensamiento y lucidez, en propios. Cada uno tenía su juicio y su forma de ver la vida, pero seguíamos juntos, mirando a la gente pasar. Un día todo colapsó. Un crepúsculo casi perfecto, su mirada rojiza separó todo lo que alguna vez tuvimos para compartir. Aquel día en que él encontró otro mural, y otra mujer.